El hachís y la marihuana han aumentado su potencia y su precio entre los años 2006 y 2016, según un estudio realizado en población de la UE y publicado por la revista “Addiction”

En este trabajo se evidencia que la concentración de delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) aumentó en una cantidad similar cada año, de 5% en 2006 a 10% en 2016.

También en el caso del hachís la concentración de THC fue bastante estable entre los años 2006 a 2011, y a partir de ese año hasta 2016 subió del 10% al 17%.

El hachís y la marihuana contienen también cannabidiol (CBD). La CDB ha atraído interés últimamente debido a su potencial para tratar algunas afecciones médicas, y algunos expertos afirman que cuando está presente puede contrarrestar algunos de los efectos nocivos del THC (como la paranoia o problemas de memoria).

marijuana 3678222 640 - Marihuana, ¿cómo afecta al cuerpo?

La concentración de estas dos substancias aparece en diferentes porcentajes en las diferentes variedades de marihuana.

El cannabis sativa, una de las variedades más conocidas, tiene una elevada cantidad de THC. Los efectos de la marihuana extraída de esta variedad tienden a ser activadores y psicoactivos. Estimula el apetito y la actividad física y social, provocando sensaciones de euforia. En muchos casos su consumo se asocia asimismo a la presencia de alucinaciones, pudiendo aumentar la posibilidad de desencadenar episodios psicóticos.

El cannabis Índica, suele tener un efecto ligeramente narcótico, relacionado con la relajación física y la analgesia, teniendo un elevado contenido en cannabidiol o CBD y bajo en THC. Es la variedad que suele relacionarse con el tratamiento del dolor provocado por diferentes enfermedades.

Y también podemos encontrar variedades hibridas, es decir, variedades creadas artificialmente por el ser humano con el fin de obtener efectos determinados o bien aumentar su resistencia o producción. El efecto que se obtiene en cada caso depende del tipo de híbrido que se haya creado y su procedencia y sus efectos y porcentajes de THC y/o CBD también son muy heterogéneos, en función de las variedades utilizadas o los efectos buscados.

A la vista del estudio mencionado anteriormente, en los últimos años las variedades hibridas han ido aumentando el porcentaje de THC, lo que aumenta considerablemente el riesgo de sufrir alteraciones como alucinaciones, desorientación, flashbacks, o incluso reacciones opuestas a las que debería producir la sustancia (depresión e inhibición en el caso de la sativa y agitación y ansiedad en la índica), sobre todo después de un consumo prolongado y/o de elevada cantidad, lo que también aumenta las posibilidades de generar adicción. También está descrito el llamado síndrome amotivacional, en que aparece una gran pasividad, desmotivación, apatía y disminución de la capacidad de juicio. Es importante que a la aparición de los primeros síntomas se consulte con un profesional de las adicciones.