Las dificultades relacionadas con el orgasmo pueden referirse tanto a una dificultad para alcanzarlo o a una dificultad para retrasarlo (eyaculación precoz).
Causas
La dificultad para alcanzar el orgasmo es el trastorno sexual más frecuente en las mujeres. Debido a que la capacidad orgásmica femenina aumenta con la edad, éste tipo de dificultades tienen mayor incidencia en mujeres jóvenes.
Las causas son en su mayoría de veces psicológicas: educación sexual inadecuada, falta de información, experiencias sexuales traumáticas o falsas creencias y tabúes, el temor a perder el control del propio cuerpo o una estimulación inadecuada. También se debe considerar que la ingesta de ciertos fármacos y tóxicos, o determinadas enfermedades crónicas, carencias hormonales o lesiones pélvicas pueden provocar este trastorno.
En los hombres la dificultad para alcanzar el orgasmo es aquella en la que no se consigue llegar al orgasmo durante el coito, pero puede eyacular mediante otros tipos de estimulación.
La eyaculación precoz es el trastorno más frecuente. Se caracteriza por la aparición del orgasmo y eyaculación de forma rápida en respuesta a una estimulación mínima. Ésta sucede antes, o al poco tiempo después de la penetración, y sin que la persona lo desee. Hay factores que aumentan el riesgo de aparición: hombres jóvenes, nueva pareja, después de un largo periodo sin tener relaciones.
La mayoría de causas son de origen psicológico: experiencias sexuales tempranas asociadas a un alto grado de ansiedad. También hay enfermedades médicas que pueden facilitar su aparición como la prostatitis, etc.
Tratamiento
La estrategia terapéutica habitualmente se centra en la terapia sexual, basada en la orientación, información y la educación sexual, el aprendizaje de la respuesta sexual, junto a técnicas de autoconocimiento y exploración corporal. En este modelo de intervención participa también la psicoterapia que tiene como objetivo es resolver el síntoma y mejorar la vida sexual.
En el caso de una pareja, también es importante trabajar en la relación. Si el caso lo exige una exploración profunda de los factores que produjeron estos problemas, entonces puede ser aconsejable psicoterapia tradicional que suele centrarse en los problemas emocionales y de relación ya sea a nivel individual o a través de la terapia de pareja.