El dolor durante la actividad sexual, también conocido como Dispaurenia, se define como el dolor genital en la relación sexual, tanto en varones como en mujeres. Este dolor provoca malestar o dificultad en las relaciones personales.

A pesar de que normalmente se produce durante el coito, puede aparecer también antes o después de la relación sexual.

Síntomas

icono mujer - Dolor durante la Actividad SexualEs un trastorno más frecuente en la mujer y el dolor puede describirse como superficial durante la penetración o como profundo ante los movimientos durante el coito. La intensidad del dolor comprende desde una sensación leve de malestar a dolor agudo. Los factores que se asocian a su aparición son principalmente psicológicos: una educación inadecuada, ansiedad, miedo a la relación sexual o a la penetración, experiencias anteriores traumáticas, etc. En la mujer una insuficiente excitación sexual también puede producir dolor.

El dolor durante la actividad sexual en la mujer también puede ser debido a la aparición persistente o recurrente de espasmos voluntarios de una parte de la musculatura externa de la vagina, que interfieren en el coito. Este tipo de dolor se debe a un trastorno denominado vaginismo.

En algunas mujeres sólo la idea de la penetración puede producir un espasmo muscular vaginal. Dicho espasmo consiste en una contracción que puede variar desde ligera, produciendo rigidez y malestar, a intensa, llegando a impedir la penetración.

La contracción muscular de la vagina puede aparecer incluso pese a una fase adecuada de excitación, a la existencia de deseo y puede coexistir con la aparición del orgasmo.

Este trastorno se observa con mayor frecuencia en mujeres jóvenes, con actitud negativa hacia el sexo, ya sea por una educación inadecuada, como por haber sufrido abusos o traumas de tipo sexual.

icono hombre - Dolor durante la Actividad SexualRespecto a las causas médicas, en el varón, con frecuencia se debe a infecciones en la uretra u otros órganos del aparato genital. En la mujer se relaciona con deformaciones o infecciones en la vagina y otras zonas del aparato reproductor, o bien cualquier enfermedad que provoque escasa lubricación vaginal.

Los factores de aparición y de mantenimiento más frecuentes de este tipo de dolor son de carácter psicológico: la asociación de la actividad sexual a una experiencia dolorosa, es decir, haber tenido relaciones sexuales que hayan producido dolor en el pasado. La educación recibida, en la que se haya asociado la actividad sexual a la culpa. Mala relación de pareja o miedo a la penetración.

Tratamiento

En el abordaje de este tipo de trastornos se incluye la educación sexual, la modificación de actitudes negativas, prejuicios y errores hacia la sexualidad, y en caso de ser necesario, la intervención se amplia a posibles desencuentros con la pareja sobre el tema del sexo u otros problemas psicológicos que puedan estar en la base del dolor. También es posible que en los casos que se estime necesario, se realizará una visita con un psiquiatra.

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