En el proceso de rehabilitación de cannabis los avances consisten en idas y venidas, pocas veces el progreso es lineal. A meses de iniciar el tratamiento, el paciente vuelve a ponerse a prueba en situaciones que hacen tambalear la abstinencia obtenida hasta ese momento. Es una fase en el tratamiento en donde el paciente cree que puede hacer la misma vida que antes pero sin que esto le afecte en lo más mínimo. Sin embargo, esto no es así. Lo pacientes lo expresan muchas veces mediante la expresión “aguanté bien”.

Pero analicemos esta expresión: “Aguante bien”. Esta expresión nos pone en la pista de que algo no funciona bien en el tratamiento de rehabilitación de cannabis. Supongamos que el paciente asiste solo a un concierto de música donde la mayoría de los asistentes fuman porros. Si el paciente desea hacer una vida similar (asistir a un concierto solo), el aguantar nos dice que el mismo paciente está soportando una situación que le genera algún tipo de malestar. Si no hay malestar, entonces describiría la situación como “disfrute mucho”. El aguantar es un indicio de que si el paciente continua exponiéndose a este tipo de situaciones, entonces está generando las condiciones de posibilidad de una recaída factible.
cannabis - Rehabilitación de cannabis y "ponerse a prueba"
El entorno afectivo (padres, pareja, amigos, etc.) también nota que cuando el paciente hace estas pruebas, empieza a ver conductas que tienen una aire de familiar con situaciones recaída: Cambio de planes, no cumplir acuerdos, etc. ¿Pero qué puede hacer el entorno afectivo para colaborar en el tratamiento de rehabilitación de cannabis?

En primer lugar, comunicar estas observaciones al paciente y decirle que se pondrá en contacto con el equipo terapéutico. La o las personas que hablen al paciente han de cuidar y mesurar las palabras que comuniquen. Lo más adecuado es comunicar con frases breves y claras. Si el paciente niega las observaciones, se repite el mensaje y los temores que generan en el entorno. Invitando al paciente a que analice lo que se le comunica, luego la o las personas se retiran. Lo más importante es evitar discusiones estériles, por eso es imprescindible el papel de mediador del equipo terapéutico. No es discutir sobre quien tiene la verdad sino que el paciente genere un criterio de verdad adecuado a los hechos para poder decidir que situaciones le convienen y cuáles no. Este es uno de los objetivos más complicados no sólo del proceso de rehabilitación de cannabis sino también de los tóxicos en general.