Muchas veces en el tratamiento de alcohol, los pacientes se sorprenden cuando sin haber bebido y con un tiempo prolongado de abstinencia, alguien del entorno afectivo más próximo lanza una afirmación diciendo “tú has bebido”. Las reacciones del paciente pasan de la sorpresa a la rabia. Podemos decir que el paciente se percibe como siendo “el sospechoso de siempre”.
Nuestro hipotético paciente puede preguntarse lo siguiente: “Incluso realizando el tratamiento de alcohol de manera adecuada, ¿seré el sospechoso de siempre?”
La pregunta podemos decir obvia varias cosas que son importantes para comprender la reacción de familiar, amigo o pareja. Intentaremos esclarecer lo que el paciente soslaya en su pregunta.
El paciente piensa que al realizar el tratamiento de alcohol consolidando la abstinencia, entonces todos tienen el mandato no explicitado de “pasar página”. Lo cual es un supuesto que pocas veces acontece. Lo que es importante comprender es que las personas que han estado al costado del paciente han sufrido los efectos del consumo del tóxico del paciente. Dicho de otra manera, han soportado situaciones muy duras que van desde la mentira a la agresividad del paciente.
No es casual que en el tratamiento de alcohol, el paciente describe el deseo del paciente con la imagen de “pasar página”. En este el deseo, el paciente “olvida” que hay una historia compartida con sus seres queridos signada por el dolor y el desencuentro. Y continuará posicionado en este malentendido, mientras no intente ponerse desde la perspectiva de los otros.
Si el paciente se colocase del lado de su familia, su pareja, sus amigos, etc., entonces la imagen que describiría los sentimientos de los otros sería la de una superficie, la de una piel llena de cicatrices que aún no han suturado de manera definitiva. Si el paciente en tratamiento del alcohol puede adquirir esta perspectiva, entonces logrará entender la reacción de su entorno afectivo y el miedo que existe detrás de las sospechas dirigidas hacia su persona.