Como hemos dicho otras veces, una de las formas más eficaces de prevenir el consumo excesivo de alcohol y su dependencia, es la regulación del precio y de la publicidad .
Escocia será la primera en introducir el precio mínimo para las bebidas alcohólicas con el fin de minimizar un problema de salud pública.
El gobierno escocés ha ganado una batalla legal con la Asociación del Whisky Escocés (SWA), el lobby de la industria, que ha durado cinco años.
El Tribunal Supremo Británico ha resuelto que imponer un precio mínimo por unidad de alcohol, cifrado en 50 peniques (55 céntimos de euro), no vulnera la legislación comercial de la Unión Europea (UE) tal como había argumentado la SWA. Y no solo eso, sino que es la medida “más eficaz” para combatir el consumo excesivo de alcohol y el alcoholismo.
En 2012 el gobierno escocés aprobó una ley para establecer un precio mínimo por unidad de alcohol, cosa que provocó los comentarios en contra de diversos países de la Unión Europea, entre ellos España. Las muertes relacionadas con el alcohol en Escocia han ido en aumento desde 2015, y se calcula que ha habido un 17% más de consumo por adulto que en Inglaterra o Gales durante el año 2016.
Establecer este precio mínimo es la forma más efectiva y eficiente de enfrentarse a los problemas del alcoholismo y del consumo excesivo de alcohol
Esta decisión abre el camino para que otros países introduzcan esta medida para regular el consumo de las bebidas alcohólicas, y de esta manera minimizar los efectos adversos para la salud pública que conlleva, igual que en su momento se fue haciendo con el consumo de tabaco.
Hace tiempo que está comprobado el vínculo que hay entre consumo de alcohol y daños para la salud. Diversas investigaciones recientes muestran la relación del consumo de alcohol, aunque sea en pequeñas dosis, con diversos tipos de cáncer. Por ejemplo, el riesgo de padecer cáncer de colón aumenta un 21% con solo tomar una copa de vino o una cerveza al día.