Diversos estudios en Francia indican un aumento del consumo de tabaco tras la pandemia.
¿Ha ocurrido lo mismo en España? Todavía no hay estudios que lo confirmen aquí, pero no sería de extrañar, teniendo en cuenta que en España el precio del tabaco es más bajo que en Francia, donde alcanza los 10 euros.
El tabaquismo o la adicción al tabaco es una enfermedad de cifras inasumibles: más de 60.000 personas mueren al año en España por consumo activo o pasivo del tabaco. Ocho millones en el mundo. Es la primera causa de muerte prematura evitable en España y no se está actuando.
Además, está claro que es una enfermedad que necesita de soporte y ayuda especializada para poder superarla.
Sanidad tiene previsto un plan integral de tabaquismo 2021-2025 que ha suscitado un amplio consenso y que lleva ya 12 meses de retraso. ¿Por qué? El Ministerio no da una respuesta clara.
Actualmente se da un consumo dual de cigarrillos electrónicos y de cigarrillos clásicos combustibles. Están muy de moda este tipo de cigarrillos electrónicos sin nicotina que claramente se ve que están dirigidos no ya a los adolescentes, sino a los niños.
Dan la imagen de que, como no tiene nicotina, no son peligrosos, y además están utilizando colores, sabores y olores que se parecen mucho a las chucherías. Pero no son nada inocuos e incluso son peligrosos porque, aunque no lleven nicotina, contienen sustancias tóxicas y cancerígenas, tal y como ha reconocido la OMS o el Ministerio de Sanidad.
Es una estrategia de la industria tabacalera, que son las dueñas de los cigarrillos electrónicos, porque estos que ahora fuman sin nicotina son el nicho de los futuros fumadores de cigarrillos electrónicos con nicotina y de cigarro tradicional.
Las diferentes medidas que la OMS ha demostrado que funcionan para reducir la adicción al tabaco son las siguientes:
- Cuanto más aumenta el precio del tabaco más disminuyen el consumo y las muertes.
- Cuantos más espacios hay sin humo, más gente se anima a dejar de fumar, más disminuye la prevalencia.
- El empaquetado neutro también ha servido para que haya gente que deje el hábito.
- Las campañas crean conciencia.
- La ayuda para dejar de fumar tabaco funciona, al igual que los tratamientos financiados para poner fin a una enfermedad que ha provocado tantas muertes.
Si no se actúa sobre el precio del tabaco, si no se amplían los espacios sin humo, si no hay un empaquetado neutro, si no se hacen campañas periódicas haciendo hincapié también en el género; si no se prestan ayudas para dejar de fumar con tratamientos eficaces y seguros, pues entonces es normal que haya repuntes en el consumo de tabaco.
Y ¿Cómo dejar de fumar?
La nicotina es la sustancia química presente en el tabaco la cual hace difícil dejar de fumar debido a su componente adictivo.
Existe el tratamiento tradicional, con ayuda de medicación y terapia, y también existe la Estimulación Magnética Transcraneal.
Esta es una tecnología innovadora, segura y no invasiva que estimula ciertas áreas cerebrales. Su alta efectividad ha sido avalada por multitud de estudios y por la Unión Europea, que la ha validada con marca CE.
La técnica se basa en la aplicación de ciclos repetitivos de pulsos magnéticos para estimular las células nerviosas en la parte del cerebro que están relacionadas con el deseo de fumar, seguidos por períodos de descanso.
Este tratamiento se dirige principalmente a la parte biológica del deseo de fumar tabaco para restaurar el correcto funcionamiento de las redes neuronales que conforman el circuito de recompensa.
De esta manera, sin medicación ni efectos secundarios, se consigue controlar el deseo irrefrenable de volver a fumar que la mayoría de adictos al tabaco sufren una y otra vez, y que en muchos casos ha llevado a fracasar en diversos intentos de dejar de fumar.