Qué significa «binge watching»

La expresión anglosajona Binge Whatching se refiere a ponerse delante del televisor y empezar a ver capítulos de nuestra serie favorita uno tras otro. Es una especie de ritual o costumbre cada vez más extendido.

Esta manera de ver series o películas ya existía hace años, aunque con la aparición de las plataformas de televisión se ha simplificado y generalizado, y más durante la pandemia. De hecho, las mismas plataformas potencian este fenómeno con pequeñas estrategias que lo facilitan.

Todos podemos sucumbir a la tentación de un maratón de series, pero los menores son los más vulnerables debido a que tienen menos capacidad de autocontrol. Y ahí es cuando empiezan los problemas

Es un fenómeno que está afectando cada vez a más adolescentes y, por extensión, a sus familias. Es un término compuesto por las palabras anglosajonas ‘binge’, que significa en español ‘atracón’, y ‘watching’, ‘ver’, utilizado habitualmente para referirse a la acción de mirar la televisión.

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Por qué hacemos maratones de series

Hemos de preocuparnos en aquellos casos en los cuales la finalidad de pasar horas delante del televisor o pantalla sea evitar sentimientos de tristeza o de soledad, o los casos en los que se comiencen a ver consecuencias negativas relacionadas con el sueño o los cambios de humor.

Es en estos últimos casos donde es aconsejable consultar con un psicólogo, con el fin de minimizar los sentimientos negativos que pueden llevar a esta práctica o de regular las horas empleadas en ver series, para que no afecte al sueño o a otras áreas de la persona y así alcanzar una mejor calidad de vida.

La lucha de las diferentes plataformas de televisión por atraer a los más jóvenes, que sus futuros clientes, es poco menos que encarnizada. No es casualidad que en un informe de la Universitat Oberta de Catalunya se señale que el 36% de los contenidos más vistos durante 2020 en estas plataformas de streaming fueran títulos para niños y preadolescentes.

Este porcentaje supone un aumento casi del 30% respecto a años anteriores. Y lo peor es que parece que esta tasa de visionado va aumentando mes a mes de forma exponencial.

Riesgos y efectos de los maratones de series y pelis

Es a la larga cuando se empiezan a ver los efectos del ‘binge watching’ entre los niños y adolescentes provocando diversos problemas no sólo en su vida estudiantil y social, también en su salud.

El consumo masivo e inconsciente de contenidos audiovisuales puede causar una gran dependencia psicológica de los menores a las pantallas. Un tipo de adicción similar a la de los videojuegos, por ejemplo. De esta forma, los chavales que encadenan episodio tras episodio de sus series favoritas pueden llegar sufrir problemas de sueño, pérdida o aumento de peso y menor autoestima.

Para los menores, poner límites es más complicado que para los adultos, y son éstos los que han de utilizar las herramientas de control parental que hagan más fácil el diálogo entre padres e hijos y garanticen una utilización racional y sana de la televisión.

tv 5837826 1920 - Peligros y riesgos del Binge Watching o maratón de series y pelis

Consejos para evitar el ‘binge watching’

  1. Poner límites de tiempo. Los niños deberían ver la televisión una hora al día, dos como máximo.
  2. Supervisar los contenidos. Se debe evitar que los niños tengan el control de lo que ven, porque a lo mejor pueden engancharse a series que no son las más idóneas para su edad. Un problema muy común en las familias, sobre todo las que cuentan con hermanos mayores que no dudan en imponer sus propios gustos sobre los de los pequeños. La supervisión de los progenitores debe ser continua, por lo que lo más recomendable es que vean la televisión junto a sus hijos y que, a su vez, también limiten su tiempo de visionado para dar ejemplo.
  3. Es importante fomentar el diálogo entre los distintos miembros de la familia, por lo que hay que plantearse la utilización de la televisión durante las comidas, y como mínimo, limitarla.
  4. No tener pantallas en las habitaciones. Los niños, para evitar tentaciones, no deben tener en sus cuartos ni televisores, tabletas o teléfonos móviles. En la cama sólo se duerme, no se ven series.
  5. Fomentar otras actividades. Los padres deben intentar que sus hijos tengan otros pasatiempos además de ver la televisión. Se puede incitar a que lean libros o que practiquen algún deporte para, de esta forma, mejorar su estado de forma.
  6. Hacer planes familiares. Tanto fuera de casa como excursiones como dentro de ella participando en juegos de mesa, realizando distintos tipos de manualidades, ayudando a las tareas de la casa o simplemente bailando y cantando.

Los niños se sentirán felices de pasar tiempo haciendo cosas con sus padres y hermanos y no echarán de menos la televisión. Y, lo que es mejor, con un poco de suerte descubrirán que sus vidas son mucho más apasionantes que las que ven en cualquier plataforma de streaming.

Si vemos que cada vez es mayor el tiempo que pasa el adolescente delante del televisor o pantalla viendo series, que reacciona mal ante los límites que vamos interponiendo, y que empieza a ser el centro de su vida, es fundamental pedir asesoramiento profesional.