Los coronavirus son un tipo familia de virus que por lo común contagian sólo a animales. Algunos estos virus pueden transmitirse a seres humanos. De esta clase de virus es el coronavirus SARS-CoV-2. Este virus ha provocado la enfermedad denominada COVID-19. Desde su aparición en Wuhan (China) en diciembre de 2019 se están realizando investigaciones para tener más herramientas para su erradicación, aunque por el momento no existe una vacuna.
Síntomas de la infección
Es importante conocer cuáles son los síntomas más comunes. Dichos síntomas son:
- fiebre
- tos
- sensación de falta de aire.
En una minoría de casos puede haber síntomas digestivos como
- diarrea
- dolor abdominal
Es de especial importancia subrayar que la mayoría de los casos presentan síntomas leves. Sin embargo cuando la enfermedad pasa de leve a grave, la infección puede causar:
- neumonía
- dificultad importante para respirar
- fallo renal
- muerte
Está científicamente documentado que los casos más graves ocurren en personas de edad avanzada o que padecen alguna enfermedad crónica, como enfermedades del corazón, del pulmón o inmunodeficiencias. Por lo que la franja vulnerable son las personas mayores de 60 años y las personas diagnosticadas de hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares crónicas, cáncer, inmunodeficiencias, y el embarazo por el principio de precaución.
Modo de Transmisión
Por los casos documentados, el contagio es por contacto estrecho con las secreciones respiratorias que se generan con la tos o el estornudo de una persona enferma. Su contagiosidad depende de la cantidad del virus en las vías respiratorias. Estas secreciones infectarían a otra persona si entran en contacto con su nariz, sus ojos o su boca. Parece poco probable que haya una transmisión del virus por el aire a distancias mayores de 1-2 metros.
Por el momento no existe una vacuna o medicamento que sea específico para el COVID-19, aunque se emplean antivirales que tienen cierta eficacia según reportan estudios recientes. Lo que sí existe es el tratamiento para la remisión de los síntomas. Por lo que una asistencia sanitaria adecuada y temprana mejora el pronóstico de la persona afectada.
Es muy importante entender que al tratarse de un contagio producido por un virus, los antibióticos no deben ser usados ni preventivamente ni como tratamiento.
Medidas de prevención
Las medidas principales de prevención cuando hay riesgo de contagio a causa de enfermedades respiratorias son:
- Higiene de manos frecuente (lavado con agua y jabón o soluciones alcohólicas), especialmente después de contacto directo con personas enfermas o su entorno. Al menos durante 40 segundos.
- Al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado.
- Usar pañuelos desechables, y tirarlos tras su uso.
- Si se presentan síntomas respiratorios, evitar el contacto cercano (manteniendo una distancia de 1-2 metros aproximadamente) con otras personas.
- Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca, ya que las manos facilitan la transmisión.
- No hay que tomar precauciones especiales con los animales en España, ni con los alimentos, para evitar esta infección.
¿Qué hacer ante la enfermedad?
Aquí es necesario diferencia las personas que pueden estar contagiadas de las que no lo están.
Las personas que presenten fiebre o tos, deberán quedarse en su domicilio y contactar con los servicios de salud telefónicamente llamando al teléfono habilitado de su Comunidad Autónoma, que se pueden consultar en:
Si se tiene sensación de falta de aire, empeoramiento o sensación real de gravedad por cualquier otro síntoma, llamar al 061.
Pero las personas que no están contagiadas tienen una tarea muy importante. Con esta información, es necesario apelar a la responsabilidad de cada ciudadano para poder superar esta situación de pandemia. Quizás es momento de que cada ciudadano haga propias las palabras del Presidente de la Nación en su discurso del 17 de marzo del 2020:
“El enemigo no está a las puertas. Penetró hace ya tiempo en la ciudad. Ahora la muralla para contenerlo está en todo aquello que hemos puesto en pie como país, como comunidad: un sistema de salud formidable; unas fuerzas de seguridad intachables; unas instituciones educativas y culturales entregadas; unas comunicaciones y unas telecomunicaciones robustas. Y sobre todo, por encima de todo, la muralla para contener al virus está en la comunidad de ciudadanos que formamos este país, ciudadanía, en cada uno de nosotros y nosotras, en nuestra entereza y en nuestra voluntad de resistir y de vencerlo.
Y con esas armas, pararemos al virus, resistiremos y lo venceremos. Y lo haremos unidos.”
Si logramos este grado de responsabilidad, las consecuencias de esta enfermedad se reducirán a las mínimas posibles.