La comunidad científica internacional está de acuerdo en que las claves para la prevención de las adicciones y del consumo excesivo de alcohol se basan en tres puntos:
- Restricción de la publicidad
- Difícil acceso a la substancia
- Política de aumento de precios
La experiencia obtenida con la ley del Tabaco y con el endurecimiento de controles y castigos por parte de la DGT, nos marca el camino a seguir con el alcohol. Aunque en un principio sean medidas impopulares y muy criticadas, al cabo de relativamente poco tiempo son consideradas de gran éxito y elogiadas internacionalmente. La dureza de la DGT con el consumo de alcohol explica la caída de su consumo en adultos en las últimas dos décadas, paso importante para la prevención de las adicciones, aunque no suficiente.
A principios de este mes de diciembre, el gobierno anunció una subida del 5% de los impuestos aplicados a las bebidas alcohólicas. Un aumento ridículo, que además solo afecta a las bebidas de alta graduación, dejando fuera otra vez al vino, el cava y la cerveza.
España es el paraíso del alcohol barato, y si no se hace nada para cambiar eso, será muy difícil que no se vuelvan a dar casos como el de la niña de 12 años muerta por coma etílico. La ley de prevención del alcohol en menores anunciada por la Ministra de Sanidad hace pocos días, no será suficiente. No es de extrañar pues, que muchos europeos viajen a España con el único propósito de beber. Es el llamado “turismo de borrachera”. Este turismo incluye también a menores que vienen, teóricamente, de campamentos.
Para conseguir una reducción de los daños relacionados con el alcohol significativo, España tendría que situarse dentro del tercio del grupo medio de los países europeos que pagan impuestos, lo que también obligaría a imponer un impuesto sobre el vino. La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) y la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomendó «un aumento del precio final en un 10% en todas las bebidas alcohólicas, que sería el aconsejable para España”.
Para conseguir auténticas medidas de prevención de las adicciones el Dr. Gual, consultado sobre el tema comenta: «Dado que lo que produce el daño es el alcohol, la tasa debería aplicarse de modo general a los grados que tenga cada bebida».
Otra posibilidad para atajar el consumo excesivo de alcohol sería combinar el aumento impositivo con el precio mínimo, implantado en Escocia, tema del que nos ocuparemos en un próximo post. Una medida así tiene la ventaja de que afecta a los productos de menor precio, que son los consumidos por los más jóvenes y las personas con más adicción.