En la actualidad, y dadas las nuevas informaciones que van apareciendo, cada vez se hace más patente la necesidad de intervenir en varios ámbitos en lo que se refiere a los niños/as con altas capacidades intelectuales.
Si maestros, psicólogos, pedagogos y educadores en general no son conscientes de que existe un problema importante no sólo para detectar, sino también para diagnosticar e intervenir educativamente con los niños/as con altas capacidades, ni siquiera se platearán posibles soluciones.
Actualmente sólo se detecta un 0,02% de los escolares con altas capacidades, y se calcula que la prevalencia llega al 15%, según informa el director del Observatorio de las Altas Capacidades de la UNED en Girona. Desde allí, reclama más y más buena formación del profesorado y un incremento en los equipos de asesoramiento y orientación pedagógica (EAP) para detectar a tiempo y correctamente a estos niños.
Esto no significa que tener altas capacidades sea un problema, pero si los puede causar el no detectarlo y no realizar la intervención educativa que requieren.
No menos importante es la intervención con los padres, pues también deben conocer y comprender las características evolutivas diferentes que sus hijos tendrán, sobre todo si los comparan con otros de la misma edad cronológica, así como su peculiar manera de pensar y otros muchos rasgos que les harán crecer de un modo ciertamente distinto del esperado y esperable para la gran mayoría, para así saber también un poco mejor cómo tratarlos y ayudarles en su a veces difícil camino a lo largo de su infancia y adolescencia.
Nos encontramos con estereotipos y prejuicios que se tienen ante el tema de las altas capacidades, incluyendo los sociales, familiares y profesionales. El siguiente listado muestra la doble realidad que viven habitualmente los niños/as con altas capacidades:
Características positivas | Posibles dificultades |
Muy observador y abierto a cosas y a situaciones inusuales y poco corrientes. | Muy crédulo y confiado. |
Le gustan los conceptos abstractos, resolver sus propios problemas; tiene una forma de pensar muy independiente. | Muestra resistencia a las instrucciones de los demás. Puede ser desobediente. |
Tiene mucho interés en las conexiones entre los conceptos. | Dificultad para aceptar lo que no es lógico. |
Es muy crítico con él mismo y con los demás. | Exige demasiado de él y de los demás. Puede estar siempre insatisfecho. |
Disfruta creando e inventando nuevos caminos para realizar algo. | Obsesionado por crear y descubrir las cosas por sí mismo, rechazará seguir el camino habitual generalmente aceptado. |
Tiene una gran capacidad de concentración, ignorando su entorno cuando está ocupado en sus tareas. | Se resiste a ser interrumpido cuando algo es de su interés. |
Persistente con sus propios objetivos. | Puede ser muy rígido e inflexible. |
Supersensible, necesita soporte emocional. | Necesita tener éxito. Es vulnerable al fracaso y al rechazo de sus compañeros. |
Enérgico y activo. | Frustrado con la inactividad y/o con la falta de progreso. |
El no tener en cuenta que muchas de las ventajas o aspectos positivos de las altas capacidades tienen o pueden tener sus consecuentes dificultades, puede llevarnos a asustarnos y/o actuar de forma incorrecta, cuando lo más importante a tener en cuenta es que tenemos que conocer sus características para saber cómo orientarle mejor, cómo motivarle en la escuela y cómo trabajar con él con la finalidad de conseguir hacer de él un niño feliz.