La adicción sigue considerándose socialmente como una enfermedad que el enfermo se provoca a sí mismo y a la vez, existe una baja percepción del riesgo que se corre cuando se inician los consumos y se estigmatiza a quien la sufre.
Es una visión moralista muy extendida de la adicción que afecta también a muchos de los profesionales que atienden a las personas con un trastorno por consumo de substancias y tiñe muchos de los tratamientos.
La entrevista motivacional es una aproximación terapéutica, centrada en el paciente, que busca iniciar un cambio de conducta ayudándolo a resolver sus propias contradicciones. Pretende la toma de decisiones de forma colaborativa, proporcionando feed-back sin enjuiciar, sin moralizar, aceptando la resistencia al cambio por parte del paciente y ayudándolo a desarrollar sus propios motivos para el cambio de conducta.
Considera que el cambio más que un resultado es un proceso que tiene varias etapas, y el punto fundamental para iniciar ese cambio no se consigue a través de los simples consejos, sino que tiene que surgir de la reflexión del paciente al enfrentarse con sus contradicciones.
Así, el profesional tiene un papel facilitador que identifica las contradicciones que existen en el paciente. El objetivo final es aumentar la motivación propia de la persona para que así surja un cambio, más que imponerlo desde el exterior:
La relación terapéutica debe basarse en la aceptación incondicional de la persona y desarrollarse en un clima de empatía y escucha activa como ingredientes esenciales para favorecer que el paciente descubra sus propias motivaciones,
La entrevista motivacional se integra en un marco teórico bien estructurado, que fue desarrollado por William R. Miller y Stephen Rollnick, basándose en la teoría del Cambio de Prochascka y DiClemente, que ven el cambio como un proceso circular con diferentes etapas que van desde no pensar en la necesidad de cambiar hasta la etapa de mantenimiento de un cambio que ya se ha producido.
Fue introducida en España en 1998 por el Dr. Gual , fundador de Centro Bonanova, y tanto él como la Dra. Lusilla, psiquiatra de Centro Bonanova también, son Minties (Miembros de Motivational Interviewing Network of trainers).
El hecho de que sea circular refleja que las etapas no funcionan en un solo sentido y que una persona antes de alcanzar un cambio definitivo puede girar varias veces alrededor del proceso, y que la recaída es un hecho esperable.
En Centro Bonanova , trabajamos desde esta perspectiva, ofreciendo al paciente diversos tipos de tratamientos y aproximaciones a su problemática en función del cambio que en ese momento se plantee o pueda hacer.