El Covid 19 nos obliga a vivir tiempos difíciles que alteran nuestras emociones. No estamos preparados psicológica ni social ni económicamente para enfrentarnos a tanta incertidumbre, enfermedad y muerte. ¿Cómo desarrollar estrategias para enfrentarse mentalmente con éxito al covid19?
Miremos un momento qué recursos y valores tenemos, cuáles han sido nuestros “momentos de fuerza” en medio de otras situaciones difíciles. Estamos aprendiendo mucho y sentimos admiración ante el sentido del humor, la creatividad, la solidaridad, la gratitud, la generosidad y el altruismo que esta pandemia está haciendo descubrir en nuestra sociedad.
De igual modo, el cómo nos tratamos a nosotros mismos puede ayudar a nuestra supervivencia emocional ante el covid 19.
¿Qué es lo primero a hacer para enfrentar esta pandemia?
Lo primero es estar en modo realista y consciente, sintiendo lo que necesitemos sentir para estar conectados con lo que sucede pues esto nos permite actuar en consecuencia: aquí y ahora. Siempre con una perspectiva cívica, prudente, paciente y con las emociones reguladas y apropiadas al momento. Ni más ni menos.
La gestión emocional ante un problema grave suele ser un reto para todos. En esta crisis actual mantener emociones ajustadas al momento puede ser muy complejo, pero es importante cuidar de nuestros estados anímicos porque esto ayuda al sistema inmunitario.
¿Cuáles conductas nos benefician más y cuáles menos?
Conductas que nos ayudan a enfrentar crisis:
- Saber respirar despacio: inspirar en 3 y espirar contando hasta 6. Acceder a una buena guía de técnicas de relajación online mantendrá nuestra ansiedad más cuidada.
- Dice la Dra. Anabel González “el miedo es algo sobre lo que podemos influir”, “es muy bueno que tengamos miedo porque el miedo es el que nos ha permitido reaccionar como sociedad” Permitámonos sentir, soltar, no acumular, no reprimirnos.
- Aceptar que es normal sentir miedo, incertidumbre, estar algo tristes, sentir falta de control, sentir impotencia. Dice la psiquiatra Anabel González que “lo importante es saber cuidar de nuestras emociones para que nos ayuden”
- Cuidar lo que sentimos es poder aceptar un poco sin dejar que nos desbordemos. Como enseña Anabel González: “hablarles a las emociones incómodas como si cuidásemos de la persona que más queremos y decirnos lo que nos ayudaría que nos dijesen”.
- A los pensamientos negativos recurrentes e intrusivos preguntarle si pensar así me ayuda, “qué me puedo decir que me ayude”.
- Oxigenarnos mentalmente con distracción, aparcar esos pensamientos repetitivos y decirles que los atenderé en otro momento, dedicándole por ejemplo 30 minutos y llevar nuestra mente a cosas que nos den tranquilidad.
- Entender que es normal tener miedo, el miedo prudente, el que nos prepara para cuidarnos y protegernos es útil. Dice el Dr. Alfredo Miroli que “cuando enfrentamos un desafío infeccioso hay dos formas fundamentales de reaccionar: temor prudente y en los extremos pánico paralizante o desbordante y el pánico en sí mismo engendra exclusión”.
- Recordarnos lo que somos, sabemos, tenemos en cuanto a cualidades y habilidades individuales.
- Evitar sobredosis de noticias, informarnos máximo 2 veces por día, no dejarnos llevar por “fake news” (bulos), pero es necesario saber lo que necesitamos para cuidarnos, como dice Giada Maslovaric: “el miedo justo para ocuparnos en lugar de preocuparnos”
- Tener una rutina diaria parecida a la habitual, aún más rica, siendo dueños de nuestro tiempo.
- Dedicarnos a eso que nos gusta y tenemos pendiente.
- Mantener el contacto virtual con amigos y familiares, conversar por teléfono.
- Cocinar para la familia, para alimentarme bien, para darme mimos, para mantener un horario estable, para hacer ejercicio físico, para hacer estiramientos, para darnos baños tibios sin prisa.
- Informar de inmediato si percibo síntomas o si sé que he estado en contacto con alguien contagiado y seguir las recomendaciones higiénico- sanitarias que me orienten.
- Quedarnos en casa y además agradecerlo, esto es centrarnos en los beneficios que tiene en lugar de quejarnos de las limitaciones obvias.
- Localizar a un psicólogo on line o continuar nuestro proceso terapéutico de forma virtual.
- Desde casa y con nuestros recursos pensar en cómo ayudar y actuar, sentirnos útiles nos hace bien.
Conductas que nos perjudican para enfrentar crisis:
- Dar vueltas a los pensamientos negativos.
- El temor extremo/pánico, pensar solo en lo peor, creer y sentir que eso es lo que pasará.
- Auto abandonarnos, auto aislarnos, meternos en la cama o, en el otro extremo, salir a la calle.
- Controlar en exceso nuestras emociones, no dejándonos sentir “no tengo por qué sentir esto”, “no tengo por qué temer aquello”, no ayuda porque puedo pensar que las normas de emergencia no son para mí y exponerme creyendo que son exageraciones.
- Querer ocuparnos todo el tiempo para no sentir.
- La evitación emocional extrema tampoco ayuda “no quiero saber”, “no quiero oír”, “no quiero hablar de esto”
Durante el estrés agudo actual podemos estar teniendo emociones que son normales ante una situación anormal: desorganización mental, confusión, pérdida de concentración, culpa, síndrome “la marca de Caín” (sentir que los demás piensan que estamos contagiados), dificultades para dormir, temblores, tristeza, llanto, náuseas, negación de la realidad, disociación (nos parece una película), ira, enfado, impotencia.
Proteger nuestro modo de sentir ayuda a nuestro estado mental a medio- largo plazo, prevenir es curar dos veces. Necesitaremos estar lo mejor posible para seguir adelante cuando llegue el final del confinamiento.