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Esta enfermedad constituye la segunda causa de baja laboral y con la crisis económica se han disparado los casos.
Los trastornos depresivos y los de ansiedad son los trastornos mentales que aparecen con mayor frecuencia a lo largo de la vida. Según la Encuesta Nacional de Salud de 2006, la prevalencia global de la depresión, ansiedad y otros trastornos mentales entre la población adulta española (de 16 años en adelante) es del 14,7%.
En nuestro país, el médico de familia es quien atiende a más del 90% de los pacientes con trastornos psiquiátricos, detectando entre el 60-80% de las depresiones y el 30-60% de los trastornos de ansiedad. Y es que entre el 25-33% de los pacientes que consultan al médico de familia presenta un trastorno psiquiátrico.
Un elevado número de pacientes que acude a consulta médica desconoce si padece depresión o ansiedad.
Existe la necesidad de diferenciar entre la ansiedad normal o adaptativa y la ansiedad patológica. La primera se explica por el estímulo desencadenante, ya que aparece como reacción ante una situación y es necesaria para sobrevivir y tomar decisiones que permiten la adaptación al medio. La ansiedad patológica, por el contrario, aparece ante un peligro que no es real o cuando su intensidad y duración son desproporcionadas. Es altamente incapacitante y puede desadaptar a la persona, lo que conlleva un gran sufrimiento.
Por otro lado, tristeza o melancolía no son sinónimos de depresión. Los períodos de tristeza o melancolía son inherentes a la experiencia humana. La tristeza es un sentimiento normal, pero puede llegar a ser patológica en función de su duración, intensidad y grado de interferencia en la conducta y la vida cotidiana de la persona.
“Existe entre un 10-15% de personas que manifiestan malestar psicológico, pero no cumplen con los criterios diagnósticos de depresión y ansiedad”, asegura el Dr. Javier García Campayo, Psiquiatra del Hospital Miguel Servet y Universidad de Zaragoza, quien también afirma que estos episodios responden al “malestar normal de la vida”.
Actualmente estamos asistiendo a una creciente psiquiatrización de la vida diaria y a un sobrediagnóstico del malestar normal de la vida. En opinión de García Campayo, “hay una escasa tolerancia al sufrimiento normal de la vida, una visión pasiva del mundo donde se persiguen soluciones rápidas que no requieran esfuerzo por parte de la persona”.
El Dr. Luis Caballero, Jefe del Hospital de Día de Psiquiatría del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, comparte también esta opinión, pero cree necesario añadir que “la medicina y la psiquiatría no alcanzan todavía a atender los problemas médicos y psiquiátricos de enormes contingentes de la población humana”.
Por otro lado, los expertos coinciden al afirmar que la depresión clínica continúa estando infradiagnosticada y, por tanto, infratratada. En palabras del Dr. Enric Álvarez, Director del Servicio de Psiquiatría del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, “sólo la mitad de las personas con depresión están correctamente diagnosticadas”. Según la Alianza Europea contra la Depresión, uno de los indicadores de este infradiagnóstico es la elevada tasa de suicidio: hasta un 15% de los pacientes con trastorno depresivo se suicida.
El estrés también puede desempeñar un papel destacado en los trastornos del ánimo y de ansiedad.
Según el Dr. Caballero, “el estrés intenso o persistente puede desencadenar diversos trastornos de ambas patologías y, en algunos casos como los trastornos adaptativos, el trastorno por estrés agudo, o el trastorno de estrés postraumático, ser la causa principal, sine qua non, de los mismos”.
Relación entre crisis económica y trastornos de ansiedad y depresión
Los trastornos de ansiedad y la depresión se encuentran entre las patologías más frecuentemente diagnosticadas con motivo de la crisis económica actual. Esta situación también ha disparado las bajas laborales por estrés, que ya son la causa de entre el 50% y el 60% de todas las jornadas perdidas en la Unión Europea al derivar en depresión y ansiedad que invalida para trabajar, según ha advertido recientemente el director de la Agencia Europea de Salud y Seguridad en el Trabajo, Jukka Takala.
En palabras de García Campayo, “las situaciones de estrés laboral, interpersonal, por motivos económicos, que son los que se producen en situaciones de crisis económica, producen a corto plazo ansiedad. Pero si el proceso se cronifica y pasan los meses y los años, la evolución normal del estrés o ansiedad mantenidos es la depresión. Por lo tanto, está habiendo más casos de ansiedad inicialmente pero algunos ya se están transformando en depresiones”.
De igual modo, “estamos asistiendo a un aumento de los síntomas depresivos y de ansiedad derivados de la actual situación de crisis económica”, afirma el Dr. Álvarez.
Estrategias de futuro
La prevalencia de depresión y ansiedad irá en aumento en el futuro. «Si bien no es fácil hacer una predicción a largo plazo, la OMS prevé un papel creciente para la depresión entre los problemas de salud para el conjunto de la población mundial. Los distintos trastornos de ansiedad podrían experimentar una evolución variable, en función del diagnóstico y del tratamiento correcto de la patología” tal y como afirma el Dr. Caballero.
Las investigaciones científicas en el ámbito terapéutico de la depresión apuntan hacia cuatro líneas principales. “El desarrollo de fármacos antidepresivos e ISRS sin efectos secundarios –especialmente disfunción sexual-; la búsqueda de agonistas directos; la estimulación cerebral profunda en aquellos casos de depresión donde no ha funcionado ningún otro tratamiento; y la técnicas psicoterapéuticas en grupo que reducen el riesgo de recaídas, constituyen los principales ámbitos de investigación en la actualidad”, explica el Dr. Enric Álvarez.
Entre las estrategias que los especialistas recomiendan desarrollar en España se encuentran la educación sanitaria para aumentar la responsabilidad personal y uso de normas de higiene vital; el empleo de paraprofesionales; y psicoterapias asistidas por ordenador.
Para el psiquiatra García Campayo “lo que se plantea es, aparte del tratamiento farmacológico, el uso de psicoterapias breves, eficaces que no requieran del uso de personal. Una de las que ya se utilizan en otros países (Gran Bretaña, Holanda) es la psicoterapia por ordenador (vía internet). Al paciente depresivo leve diagnosticado por el médico de familia se le otorga una clave de acceso a una página web donde se le aplica terapia cognitiva mediante un programa de ordenador. Es eficaz y bien aceptada, sobre todo por gente joven”.
Prevalencia de la depresión y de los trastornos de ansiedad.
Se calcula que en España puede haber seis millones de personas que padecen depresión (10-15% de la población), la mitad de ellas sin diagnosticar. Además, constituye la segunda causa de baja laboral y se estima que el gasto de esta patología alcanza un total de 23.000 millones de euros anuales para el conjunto de España.
Por su parte, la prevalencia-vida de los trastornos de ansiedad en España está en torno al 9%, y se estima que el 25% de la población general sufrirá algún trastorno de ansiedad a lo largo de su vida.
fuente: www.vademecum.es