La pareja es fundamental para recuperarse durante el periodo del posparto.
La llegada de un hijo podría representar, en la mayoría de los casos, alegría para la familia. Sin embargo, para el 16 por ciento de las madres, especialmente después del parto, es motivo de angustia y depresión, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (2005).
Silvia Gaviria, psiquiatra especialista en salud mental femenina, explica que algunos de los síntomas más frecuentes son: llanto, mal humor, insomnio, fatiga, ansiedad, dolor de cabeza y falta de concentración. Es posible que se intensifiquen entre el quinto y séptimo día después de dar a luz.
“Los sentimientos de impotencia e incapacidad para cuidar a su bebé, el pensamiento invadido por ideas de culpa en relación con el niño, temores e, incluso, el deseo de morir son los más sobresalientes”, asegura Gaviria.
Cómo enfrentarla
La mujer gestante debe procurar contar con momentos para su diversión y descanso. El diálogo y el buen trato con la pareja aumentan la confianza y diluyen los temores.
Gaviria asegura que las depresiones posparto no se pueden evitar, pero sí controlar. Para hacerlo se sugiere tratamiento siquiátrico, que consiste en educación, medicación recetada y sicoterapia para la materna y la familia. Además, es importante que el médico le ayude a comprender la naturaleza de su padecimiento, como embarazo no deseado, falta de apoyo de la pareja o familia y problemas económicos.
Fuente: abcdelbebe.com