Las nuevas tecnologías están provocando nuevos trastornos del sueño. Varios estudios afirman que utilizar los dispositivos móviles antes de ir a la cama afecta negativamente al sueño y nos deja adormilados al día siguiente. Parte de la culpa de este efecto la tiene la luz de onda corta que emiten estos dispositivos. ¿Cómo es eso?

1423074115_825162_1423074437_tablet cama

El dormir poco, o menos de las horas necesarias, tiene consecuencias en la salud que pueden llevar a alteraciones en el metabolismo, como la obesidad o la diabetes, desordenes hormonales, e inmunológicos…

En la retina, junto a los fotorreceptores que hacen posible la visión, se encuentran las células ganglionares, una especie de vigías que informan al cuerpo de si es de día o de noche y son muy sensibles a la luz de onda corta. La información recogida por estas células le sirve de referencia al sistema circadiano, un sistema que adapta el ritmo de nuestro organismo a los ciclos del día y la noche. Este reloj interno se va regulando dependiendo de las señales que recibe del entorno, especialmente de la cantidad de luz. Un funcionamiento adecuado de este mecanismo permite que el cuerpo esté preparado para lo que viene, ya sea dormir, despertarse o comer, etc…

Este mecanismo se ve alterado cuando se utilizan dispositivos electrónicos como móviles, tablets o portátiles justo antes de ir a dormir. Afecta tanto a adultos como a adolescentes o niños, pero es especialmente crítico en los adolescentes. La mayoría de adolescentes son los que, una vez están en la cama, conectan la brillantísima luz de su móvil o tablet y no la apagan hasta dos horas después de haber dado las buenas noches. La intensa luz de esos dispositivos excita los receptores que se conectan con el sistema circadiano, y este queda excitado de tal forma que no se podrá empezar a dormir hasta como mínimo dos horas después de haber desconectado el aparato. La dificultad de estos chicos para concentrarse en clase al día siguiente es obvia. Su rendimiento intelectual y su estado de ánimo también se resentirán.

Este proceso, que también afecta a los adultos, de no ser capaz de cortar con Whatsapp, Twitter o Facebook ni para ir a dormir, ya es desde hace algún tiempo, motivo de consulta como uno de los  trastornos del sueño principales.

No podemos olvidar, que también influyen los horarios de los programas de televisión más vistos, y en estos horarios, los horarios laborales y comerciales. Si la mayor parte de la población se sentara a cenar a las 8 de la noche, las cadenas de televisión adelantarían los horarios de las noticias, de las películas y otros  programas.

Los españoles duermen como media una hora menos que los ciudadanos del centro y norte de Europa.  Los adultos, deberíamos dormir entre 7 y 9 horas diarias, y lo hacemos 6 o 7.

Algunos especialistas advierten que el uso de este tipo de dispositivos justo antes de ir a dormir, no solo reduce las horas de sueño, sino que empeora su calidad, y además también están detrás del llamado «insomnio de mantenimiento” al ser causantes de gran número de despertares.  Este déficit en las horas de sueño se convierte en uno de los trastornos del sueño más extendido actualmente.

insomnio-tecnologico

Para evitarlo es importante desconectar de todo una hora antes de acostarnos y mantener los móviles y portátiles apagados y fuera de la habitación durante nuestro sueño.