Consumir alcohol genera mayor adicción a la cocaína . Esa es la conclusión a la que ha llegado un estudio llevado a cabo por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia y publicada en la revista Science Advances.
Una de las cuestiones que intentaban averiguar los investigadores con el estudio era si las personas que consumen alcohol y/o marihuana lo hacen por razones puramente sociales o también biológicas.
Para el experimento se utilizaron dos grupos de ratas durante diez días. Un grupo fue sometido al consumo de alcohol y otro al de agua, y luego a ambos fueron expuestos al consumo de cocaína.
Las ratas que previamente consumieron alcohol desarrollaron una mayor adicción a la cocaína y mantuvieron el consumo a pesar de consecuencias negativas, como un choque eléctrico cada vez que la consumían.
Ya en estudios realizados anteriormente se había demostrado las personas con adicción a la cocaína usualmente tienen un patrón histórico de adicción al alcohol o a la nicotina. A esto hay que añadir que beber y fumar a una edad temprana puede provocar cambios cerebrales duraderos que hacen que la adicción sea más probable en el futuro.
El consumo de alcohol aumenta las probabilidades de consumo de cocaína aunque éste tenga circunstancias negativas. Además tanto el alcohol como la nicotina actúan a través de mecanismos moleculares similares que aumentan la vulnerabilidad a la cocaína.
El estudio muestra la presencia de un factor biológico y no sólo de conducta, psicológico o social. Que haya una base biológica y no solamente social en el consumo de nicotina y alcohol como precursores del consumo de cocaína abren opciones importantes para los desarrollos de los programas de prevención.
Investigaciones como esta muestran la evidencia científica de un concepto ampliamente utilizado en el tratamiento de las adicciones, el de puerta de entrada a la adicción. El alcohol, muy utilizado durante la adolescencia, facilita el camino que lleva desde el consumo ocasional hasta la adicción a la cocaína.
También, con estos resultados, se abre el campo para determinar si el consumo de marihuana es también un predecesor importante en el consumo de cocaína.
leer másInvestigadores de la Universidad de Surrey (Reino Unido) han desarrollado una prueba rápida y altamente sensible que puede tardar segundos en detectar el consumo de cocaína a través de las huellas dactilares.
Esta prueba de detección de consumo de cocaína utiliza el papel de cromatografía para tomar la muestra y una técnica conocida como la espectrometría de masas con pulverización.
El estudio consistió en tomar las huellas dactilares a un grupo de pacientes que buscaban tratamiento en diversos centros de rehabilitación de drogas, y a otro grupo que no consumía drogas. Todos los que formaron parte del estudio se lavaron las manos antes de la prueba y luego se recogieron las muestras en papel de cromatografía.
La huella digital se imprime utilizando productos químicos. Cuando alguien ha hecho algún consumo de cocaína, excreta trazas de benzoilecgonina y de metilecgonina a medida que se va metabolizando la sustancia (cocaína), y estos residuos están presentes en los residuos de las huellas dactilares. Estas trazas se pueden detectar incluso después de lavarse las manos.
Esta es la primera vez que se utiliza esta técnica para detectar consumo de drogas y los resultados muestran que es eficaz en el 99% de los casos para detectar el consumo de cocaína entre los pacientes.
Todas las drogas que entran en el cuerpo humano son metabolizadas en el hígado (transformadas en sustancias eliminables denominadas metabolitos) y eliminadas por el riñón (aunque también pueden eliminarse por las heces, sudor, etc.). Por ello el sistema más habitual para detectar el consumo de cocaína y otras drogas es la analítica de orina.
Otros sistemas utilizados son el análisis de la saliva y el análisis de una muestra de cabello. Este último sistema permite saber si ha habido consumo de cocaína en un periodo de tiempo más prolongado. Los demás sistemas permiten saber si ha habido consumo de cocaína en los últimos días.
En Centro Bonanova utilizamos habitualmente el análisis en muestras de orina, y desde hace unos años, empezamos a utilizar los análisis en muestra de cabello.
La posibilidad de utilización de este nuevo sistema será un avance importante ya que se trata de una técnica de detección de drogas rápida, no invasiva, higiénica, y que no puede falsificarse, dada la naturaleza de la prueba: La identidad es la muestra en sí misma.
Da un resultado definitivo en pocos minutos.
leer másEl Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías realiza un informe de forma periódica en el que analiza los riesgos para la salud a medida que cambian los productos y las tendencias de consumo.
El Informe publicado en 2016, describe un mercado de las drogas en Europa con una gran capacidad de adaptación en el que existen algunos indicadores que demuestran la tendencia ascendente del cannabis y las drogas estimulantes.
En resumen los resultados de dicho informe sobre las tendencias de consumo de drogas son:
Este análisis, tomado en su conjunto, pone de relieve que el consumo de drogas y sus consecuencias, sigue siendo un reto para las políticas europeas sobre drogas.
leer másDesde la antigüedad los seres humanos han disfrutado escuchando y contando historias. Ya los pueblos más primitivos se reunían alrededor del fuego y se explicaban las experiencias que habían tenido lugar durante el día, y se intercambiaban información, emociones, consejos…. Los juglares explicaban historias cantando, y con ello transmitían una manera de ver la vida, de vivir las experiencias, al igual que hoy en día lo hacen los periodistas, escritores, locutores y por supuesto, los directores de cine y de series de televisión.
En las adicciones, el cine es un fiel reflejo de la sociedad y de la cultura en la que vivimos , pero también puede ser un medio a través del cual podemos entender mejor lo que son las adicciones, su aparición, desarrollo y lo que implica rehabilitarse de un problema tan grave como es la adicción, es decir, que pasa en el tratamiento.
Sin embargo, cualquier película no vale. Las hay que se quedan más en la parte morbosa de la adicción, otras que potencian la parte que podríamos llamar “positiva” o “ideal” del consumo de sustancias, otras ponen énfasis en la adicción como algo que les pasa principalmente a los que tienen problemas de desarraigo o marginación, etc… Pocas son las que describen la adicción de forma real, mostrando los aspectos que tienen que ver con su desarrollo y/o los aspectos que hay que tener en cuenta en su tratamiento. Este medio es útil en numerosas ocasiones para observar la angustia de los protagonistas, las preocupaciones de los familiares, el desarrollo y cambio de vida producido por los excesos de las drogas, y el proceso que experimenta el adicto desde que se vuelve como tal hasta que en algún momento decide cambiar (o no).
A continuación comentaremos unas pocas de las que consideramos, las mejores:
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Al poco tiempo de iniciar la rehabilitación a cualquier substancia aparece enseguida el temor al CRAVING. Para la mayoría de pacientes ese concepto se equipara a recaída, y a una recaída prácticamente inevitable.
El concepto de craving nace ligado al problema de alcoholismo, principalmente en EEUU y los países anglosajones. En España no se hizo un lugar hasta la aparición de las dependencias a opiáceos y, especialmente, en la dependencia a cocaína, donde se ha usado preferentemente.
Actualmente se utiliza en las adicciones en general y su rehabilitación, siendo difícil dar una definición concreta. El craving por drogas ha sido conceptuado como ‘querencia’ o ‘apetencia’ por reexperimentar los efectos de una droga, como un fuerte ‘deseo’ irracional, como un ‘ansia’ irresistible, o como una necesidad imperiosa, significando un conflicto entre el querer consumir y la abstinencia. Como puede verse es un concepto polisémico, y ante la dificultad de encontrar un término homólogo en castellano, seguiremos utilizado el de ‘Craving’.
Se considera como un componente importante de la dependencia de drogas y es importante tenerlo en cuenta en la rehabilitación ya que se le atribuye un papel relevante en las recaídas.
Hay que tener en cuenta que:
Es importante que el paciente en rehabilitación sepa que el craving puede aparecer y que puede tener síntomas físicos (taquicardia, sudoración, incluso puede llegar a sentir el “sabor” de la cocaína en la garganta, o tener la “sensación” de haber consumido) y aspectos cognitivos (estímulos desencadenantes).
Durante la rehabilitación, se van identificando los desencadenantes y se van aprendiendo estrategias y técnicas para afrontar la aparición del deseo de consumir. Más allá de las técnicas específicas, muchas veces el hablar del craving ya es una manera de debilitarlo. Es conveniente tener algún familiar o amigo que estén informados de la situación y así poder contar con ellos en esos momentos. El poder decir “tengo ganas de consumir” ya es en sí una estrategia efectiva para reducir los sentimientos de ansiedad y vulnerabilidad que acompañan esta experiencia.
Tampoco hay que olvidar que en la actualidad existen una importante variedad de fármacos que ayudan a controlarlo y que el psiquiatra especialista podrá pautar desde el inicio del tratamiento.
También es importante saber que el CRAVING tiene una duración, no es ilimitado. Puede durar desde segundos a varios minutos, pero una vez llegado a su punto máximo de intensidad, va disminuyendo y desaparece. El que aparezca es normal en un proceso de rehabilitación, no es una señal de fracaso, y si no se consume, se irá debilitando hasta desaparecer. El CRAVING gana intensidad si el paciente se deja llevar por él y fantasea con el consumo.
leer másEl proceso de la desintoxicación de cocaína y su siguiente paso la deshabituación consiste por parte del paciente en realizar una serie de cambios no sólo a nivel de los hábitos, sino también modificar el modo en que se comunica con los demás, principalmente con la familia.
El consumo de cocaína como el de cualquier tóxico psicoactivo genera una modificación de la evaluación de la realidad. Esta distorsión repercute sobre la manera de comunicarse, derivando en formas de comunicación pasivas y/o agresivas. Ya desde el inicio del tratamiento de desintoxicación de cocaína se plantean estrategias para que el paciente pueda comunicar sus sentimientos y demandas de manera asertiva.
¿Por qué es importante para el proceso de deshabituación y de desintoxicación de cocaína mejorar la comunicación? Además de mejorar la relación con el grupo familiar por las consecuencias de los reiterados consumos, la mejora de la comunicación tiene el beneficio de aumentar la autoestima y la confianza en sí mismo.
La mejora de la comunicación es importante para consolidar la desintoxicación de cocaína, pero este factor no hay que sobredimensionarlo. Las dificultades de comunicación no bastan para explicar el abuso de drogas; sin embargo, su relación con la falta de autoestima y el empeoramiento del clima familiar le otorgan una gran importancia preventiva. Este aspecto preventivo es fundamental para la consolidación de la abstinencia, lo cual supone una mayor tranquilidad, una mejora en la evaluación de su entorno y un cambio en el modo de ver el mundo por parte del paciente.
leer másMuchas veces los consumidores de cocaína utilizan cuando comienzan un tratamiento de desintoxicación de cocaína frases cómo “se me fue la pinza y consumí” o “la vida sin cocaína es aburrida”. Y aunque parezcan frases que desresponsabilizan al sujeto, son descripciones adecuadas de lo que pasa en el cerebro de los adictos. ¿Cómo es esto? Tratemos de explicar esta cuestión sin olvidar que todas las adicciones son una enfermedad.
Es sabido que las neuronas intercambian información entre sí por medio de la liberación de sustancias químicas (neurotransmisores) que se adhieren en los receptores de la neurona que recibe el mensaje. Pero al consumir cocaína el funcionamiento normal del cerebro se altera al cambiar de manera radical el modo en que las neuronas se comunican.
Uno de los neurotransmisores que se ve afectado por la cocaína se llama dopamina. La dopamina es liberada por las neuronas del sistema límbico, sistema que controla las sensaciones de placer. En condiciones normales, la dopamina luego de transmitir el mensaje a la neurona receptora retorna a la neurona emisora. Pero con el consumo de cocaína esto cambia por completo. La cocaína bloquea el transportador de dopamina responsable de este bombeo, produciendo que la dopamina se acumule en el espacio entre las neuronas (espacio intersináptico).
Esto pasa en el cerebro, lo que el consumidor de cocaína nota de manera subjetiva es una sensación adicional de placer pero por un breve tiempo, pero todo desorden cerebral tiene sus consecuencias si el consumo se mantiene por un largo período. En la persona que realiza un consumo continuo y/o en el adicto a la cocaína la percepción del placer queda perjudicada. Para paliar esta desestabilización del cerebro es necesario realizar una desintoxicación de cocaína, para que los niveles del placer retornen a sus límites normales.
Si se consume cocaína durante largo tiempo se puede reducir la cantidad de dopamina o el número de receptores de dopamina en el cerebro. Cuando esto ocurre, las células nerviosas necesitan cocaína para poder comunicarse adecuadamente. Sin la droga, el cerebro no puede enviar suficiente dopamina a los receptores para producir la sensación de placer. Esta es otra de las razones para intervenir mediante un tratamiento de desintoxicación de cocaína, ya que mediante la desintoxicación se rompe el círculo negativo que se establece entre cocaína y placer.
Dicho de otra manera, si una persona ha usado cocaína por largo tiempo y de repente deja de tomarla, experimenta un deseo poderoso por consumir más de la misma, y así sucesivamente hasta que la persona se autodestruye. Para evitar esta autodestrucción un tratamiento de desintoxicación de cocaína es un modo de evitar las consecuencias nefastas que tiene la cocaína para el paciente y para su entorno familiar.
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